Desde sus orígenes, el paradigma fundamental de la humanidad ha sido la comunicación: es la invención del lenguaje la que produce el primer salto cuántico en las condiciones de vida de las nacientes tribus homínidas, pues esta nueva herramienta les permite, no solamente defenderse de manera oportuna de sus enemigos, sino definir e implementar estrategias de caza que les hacen letales para las demás especies y nos llevan muy rápidamente a la cima de la cadena evolutiva.
Nuestra naturaleza es la de ser seres sociales, lo cual implica tener uno de dos roles: somos líderes o seguidores, por tanto la eficacia de la comunicación entre los individuos que componen la manada es fundamental para la sobrevivencia de la misma y es por medio del lenguaje como el líder logra transmitir sus ideas y decisiones a su grupo de seguidores, pero desde el principio este asunto se ha prestado para la manipulación y abuso por parte de quienes detentan dicho poder, lo que ha cambiado a través del tiempo es la forma, alcance, cobertura, oportunidad y profundidad en la cual el lider logra difundir sus ideas dentro de su grupo de influencia.
Uno de los primeros desarrollos del lenguaje consistió en la invención de los símbolos, que utilizamos para codificar y transmitir la información y de hecho, nos hemos convertido en animales simbólicos, por medio de los cuales la comunicación se hizo mas eficiente y organizada. Los símbolos comenzarón siendo gestuales y luego verbales, pero rápidamente se fueron convirtiendo en símbolos escrítos, imágenes que derivaron después en las primeras escrituras; esto les permitió a los líderes dominantes dejar legados o instrucciones mas o menos estables a través del tiempo, que podrían incluso superar ampliamente su período de vida.
De aquí en adelante lo que se presenta es la masificación y sofisticación de los medios de comunicación. No podemos ovidar que el siguiente salto tecnológico que afectó de manera notable las comunicaciones fue la invención de la imprenta, que implicó la popularización del conocimiento y una gran velocidad en la divulgación de las ideas, luego vinieron a sumarse la radio y la televisión, pero lo que definitivamente ha revolucionado el tema es la nueva era digital, en la cual se destaca de lejos Internet. La digitalización, es decir el acto de convertir la información en bits que ahora podemos manipular de muchas formas para distribuirlas de manera global, ha creado grandes cambios en la interacción personal y social, en los negocios y la economía, en la educación y el gobierno, y es allí donde Internet está revolucionando las estructuras a un ritmo muy superior al de todos los eventos anteriores sumados y es por dicha velocidad de cambio que nadie sabe realmente hacia donde nos va a llevar esta avalancha.
En los primeros tiempos el poder de la influencia era relegado a líderes individuales, pero en la medida del transcurso del tiempo, dicho poder se gué transfiriendo a grupos, inicialmente familiares, grupos económicos y ahora en nuestra época a corporaciones, gobiernos y estados. Si dichos líderes ejercen un liderazgo negativo es mucho el daño que pueden inflingir a los demás (llámese individuos, estados o grupos homogéneos).
En el caso de Internet, puesto que su creación y principal desarrollo ha sido enmarcado en Norteamérica, este estado, sus gobiernos y corporaciones han ejercido un desmesurado poder e influencia, principalmente en el segmento hispano hablante. Puesto que ahora Internet abarca casi todos los aspectos de nuestra vida, pues es utilizado tanto para el ocio como para el trabajo, la educación, nuestras relaciones personales y sociales, su uso puede producir en las personas fanatismo, codicia, entusiásmo, curiosidad y/o dependencia y por tanto crea variadas controversias por los diferentes perjucios que puede generar su uso incorrecto y de hecho, llegar a convertirse en nuestra peor pesadilla.
Puesto que la Web está totalmente controlada por los Estados Unidos nos dificulta en gran manera expresar nuestras ideas y visiones, primero por el monopolio del idioma, siguiendo por las entidades que controlan los dominios, servidores, comunicaciones, etc. Esto ha implicado que nuestras propias visones en aspectos tanto políticos como tecnológicos no puedan ser conocidos por nuestros congeneres, pues existe una gran presión por parte de los norteamericanos para tratar de involucrarse en todo y así ahogar nuestras opiniones.